Otro reto realizado en el segundo intento,
debido a los caprichos de la naturaleza. A pesar de todo, nos aventuramos una
vez más a cumplir nuestros retos; salimos de Vallekas a las 8:00h +-,
esperándonos lo peor a la salida de Madrid, concretamente por el río
Manzanares, donde la cosa se suele poner fea, pues el barro de la zona, es
pegamento puro, pero para nuestra sorpresa y a pesar de que el día anterior
estuvo lloviendo, se podía circular sin problemas, así que lo peor estaba
hecho.
Enganchamos con la Cañada Real Soriana y llegamos a comer a Fuentidueña de Tajo, donde nos recomendaron (Comidas Mayte, pasada la gasolinera Repsol a la izquierda), pero por error nos metimos en otro el cual ni fu ni fa, yo comí pasta y osobucco y Valeriano churrasco que le sobro gran parte del tocino para darle a la cadena hasta el fin de ella, y Juanma con su tortillita a la francesa, dejándonos despistados. Después de comer el cielo empezó a cubrirse, pues el pronóstico era algo de lluvia aunque no muy importante; empezamos a ver cortinas de lluvia por aquí, por allá, de frente, pero con nosotros no iba la cosa. Disfrutamos de esos paisajes de “Windows 98”, la cual fue la frase del viaje, pues estaba el campo con unos paisaje de nubes entrelazados con el sol y la lluvia, que nos hacía sentir como si estuviéramos en un paraíso.
Después como no podía ser de otra manera,
nos empapamos en 15 minutos, hasta que llegamos a refugiarnos en la plaza del
pueblo de Belinchón, en el cual permanecimos unos 15 minutos, a partir de ahí sol
radiante y vadear charcos hasta Tarancón Después de Tribaldos llegamos a Ucles (por carretera sin nada de trafico), donde visitamos en Monasterio de Ucles y de ahí a Saelices, donde llegamos sobre las 17:30 h. Dormimos en el Mesón Hostal “El Rico”, donde nos trataron de maravilla, dejándonos hasta una manguera para quitar el barro que tenían nuestra apreciadas compañeras.
Al día siguiente amaneció con frío, pero con un sol radiante, arrancamos y pasamos por las Ruinas Romanas de Segóbriga, las cuales no pudimos visitar por estar cerradas, suponemos que sería demasiado pronto.
Pasamos por la Reserva Natural de la Laguna del Hito, que estaban prácticamente sin agua, aunque de haber llovido una lágrima mas, no hubiéramos podido rodear, pues era un barro arcilloso blanco de la salistre; pasamos por Montalvo hacia el canal de Tajo- Segura, donde tuvimos que atravesar unas tierra recién aradas y mojadas, con lo que se convirtió en una pesadilla, pues las ruedas no podían andar prácticamente, bueno Juanma tuvo que pasar andando por que no andaban y sufriendo por los 600 pavos que se había dejado en las recientes ruedas, al coger el canal limpieza y a rular.
Pasamos por Zafra de Záncara, donde el pueblo está en un alto de rocas y paredes espectaculares, destaca por los restos de asentamientos, de los que se conservan pocos vestigios, de Iberos,Visigodos y Árabes. De estos últimos se pueden apreciar los restos de la muralla y castillo y el trazado de la mayoría de las calles.
Y de ahí a Cuenca (unos 60 km) prácticamente fuimos por carretera la cual solo vimos tres coches, y con mucho aire de cara, siendo un poco cansino y molesto.
Por fin misión cumplida y a reponer fuerzas con unos zarajos y algunas cositas que nos recomendó Valeriano, ajo arriero y morteruelo, que estaba muy rico.